Abuelo.

El sol juega a las escondidas y se oculta detrás de los altos edificios de la ciudad. La luna, llena de alegría refleja más luz hacia la tierra. Es invierno en Buenos Aires y el frío conciente de que hay muchos seres humanos sin hogar, regala hermosos días de calor.
Mientras tomo un mate y escucho un hermosa canción interpretada en bandoneón y violocello (http://www.youtube.com/watch?v=7h19UcTzc_8&feature=related)
acabo de decidir que postergaré un texto que tenía armado y se los enviaré el próximo viernes. Tengo ganas de contarle algo que sucedió hoy y me hace pensar como tantas otras cosas de la vida. Hoy a la mañana saliendo de mi hogar, Perdí un par de cuadras de mi vida pensando en mi cabeza cosas que no tenían sentido, como si no estuviese el sol. No registré absolutamente nada, ni el tráfico, ni el clima, ni los cálidos buenos días de los porteros.
A lo lejos algo alertó mi vista, un hombre de unos 80 años, con boina y un semblante cansino salió de un taxi con su hija de unos 50 y se desplomó en el piso. Mi cuerpo acelero del mano de mi adrenalina hasta el lugar y en ese trayecto no supe que hacer, puse mi mano en el celular y luego la saqué, grité ayuda y corrí hacia el abuelo. Lo levantamos y lo sostuvimos en brazos, esperando que alguien de clínica a la que acudieron, saliera a asistirnos.
En esos dos o tres minutos con mis ojos nublado en nerviosas lágrimas lo abracé con mucha fuerza y solo me salía decirle fuerza abuelo. Me concentré en el sol, y traté de pasarle toda la energía de mi cuerpo al suyo con el pensamiento. Al cabo de unos minutos llegó la enfermera con la silla de ruedas, los sentamos y entre apuradas se me agradeció por la ayuda. Estuve unos minutos observando de nuevo mentalmente lo sucedido y desee fervorosamente que se salve.
No se que habrá sucedido con el pobre abuelo pero pensaba mientras me alejaba shockeado que todos envejecemos, es parte de la vida.
Claro que es lindo sentirse bien, y verse bien pero el paso del tiempo apoya a Newton y todo se cae. Nos ponemos lentos y nuestros signos vitales disminuyen hasta perecer. Nuestra imagen estéticamente pierde la batalla con la mente. Ahí es cuando empieza a florecer el alma y madura la mente, nos damos cuentas de que todo pasó y que hay muchas cosas que no hicimos y nos hubiese gustado hacer. Hace poco conocí a un abuelo mientras buscaba unas partituras en el centro.
Es músico de jazz y se llama lolo, me hice amigo y hasta conocí su hogar. Es la persona mas vieja que conocí. Aquella tarde de lluvia me dijo con una mirada transparente llena de luz: joven tengo 98 años y estoy terminando un libro que publicaré cuando cumpla 100.
Hay jóvenes de 20 años que están frustrados por que sus proyectos no funcionan. Mi amigo lolo es un gran ejemplo del cual yo también he aprendido. La vida es un sueño y brilla el sol, estamos vivos y nada ni nadie puede impedir estar la mayor parte del día felices y probando una y otra vez proyectos que soñamos. Las cosas andan solas mientras más somos concientes de que tenemos salud y respiramos. También hay que permitirse los momentos tristes, los que sean justificados.
La naturaleza nace, se desarrolla y perece para volver a nacer. El punto es ser conciente de ello y vivir, vivir intensamente como dice un tango.
Que pienso acerca de la vida, muchas cosas están en este libro, muchas otras las tengo guardadas en la cabeza y a medida que sienta que las pueda expresar de una manera cálida y clara se las contaré. Si me atrevo a contar que vivo un sueño y un sueño palpable, con olores y con sentimientos. Hay tantos sueños como conciencias que ocupan todos los seres del universo. Según datos científicos la tierra tiene 4500 millones de años. Una persona con una vida saludable. Puede vivir en este plano físico hasta los cien años, como lolo. Dentro del promedio normal es una hazaña.
Imagínense ustedes si de los 4500 millones de años que tiene la tierra, los cien que nos toca estar en el planeta lo vamos a malgastar ofuscando nuestros sueños, Por gente que ya no sueña, que se olvida que la vida es magia. Lo digo siempre: arriba hay estrellas pero abajo también. Estamos flotando en el espacio y nadie ve los hilos.
Pienso que la información científica a través de la historia, cambió el sueño de muchas personas y especies.
Esos mismo datos que fueron aportando información a través de la historia, son datos suministrados por el universo para que la tierra vaya evolucionado como ser vivo. Simplemente creo que la energía elige canalizar a través de quién se suministra dicho dato.
Pongamos un ejemplo claro para entenderlo: Thomas Edison uno de los precursores en el avance de la luz, me refiero de ésta manera por que siempre hay personas que con anterioridad y también en forma paralela están al pie del de los hallazgos en el mundo. Sólo que en ciertos momentos de la historia las comunicaciones no eran masivas y las noticias llegaban en carreta, en barco.
Los conocimientos que estaban naciendo estaban aislados. Pónganse a pensar que un ser humano sea Edison u otro con anterioridad inventó la luz artificial. Ésta, hecha de energía, es la misma de la que estamos hechos todos nosotros y de la que recibimos a través del sol y de los alimentos naturales que ésta estrella hace crecer.
Estamos hablando siempre de lo mismo estamos inmersos en lo que descubrimos. La teoría de la relatividad de Albert Einstein es una genialidad canalizada por un ser llamado Albert Einstein, él logró deducir dicha teoría física utilizando su cerebro pensante que esta constituido de materia, o sea de lo mismo que intentaba revelar a través de sus microscopio para brindar conocimiento a la humanidad entre otras cosas.
Creo que la gran parte de la especie humana se está extinguiendo por el simple de que se están matando por ideologías históricas y actuales formuladas en el cerebro sin contemplar que la tierra es un ser vivo que tiene ganas de sanarse sin importar a quien deje fuera del partido galáctico.


Que tengan un lindo fin de semana y mucha luz.
Gracias por divulgar la web entre sus amigos y compartir los textos.

www.freelomtierra.com.ar