Perdona y podrás florecer.

Viernes 23 de julio de 2010, Después de dos semanas vuelvo a escribir. Siento la música del cosmos, las variaciones de Glenn Gould invitan a los astros a dar un paseo en cometa y a sintonizar esta frecuencia. http://www.youtube.com/watch?v=g7LWANJFHEs (se recomienda escuchar con la lectura).

Sueño que la luna y el sol comparten un cuadro en el cielo pintados por un pincel con cerdas plateadas y portadoras de una fineza indivisibles ni por el más sofisticados de los instrumentos humanos.

Son las diez de la noche en Buenos Aires y la noche se vistió de gala, la luna nítida y elegante está escoltada por miles de millones de estrellas que en un simple titilar nos hacen cómplices de que no estamos solos en el universo y nos perdonan por haberlas olvidado. Creo que el perdón es una de las característica más sobresalientes de nuestro corazón, si hacemos el intento de perdonar y combatir al rencor florecerá la vida en nuestro hogar, la tierra.

Desde muy chico tuve una atracción mágica con las estrellas, solía subir a la terraza de mi casa a contemplarlas con un telescopio que aún tengo y hace poco se lo obsequié a mi sobrino Ramiro para que mire las estrellas y mantenga su pureza.

Una entre tanta noches de mi infancia, un 16 de Diciembre fecha en la que nací, pedí en mi terraza y centro de observación espacial un regalo al cielo nocturno con deseo sincero de fe que me regalara un estrella fugaz y justo en aquel instante, mi vista se vio sorprendida con una pequeña y hermosa estrella fugaz justo en el punto del cielo donde estaba mirando. Desde ese día no tuve más dudas de que somos todos parte de lo mismo, lo que pedimos y lo que vemos.

Es conmovedora la belleza del cosmos, desde la antigüedad y hasta el presente el firmamento nocturno sigue siendo el mago más sublime y muchos han fracasado en intentar descifrar el truco.

Nuestro planeta gira alrededor de nuestro sol, que a su vez gira alrededor de otro y a su vez gira alrededor de otra estrella, todo en forma circular, elíptica, ondulada.

Sustentándome en la lógica pienso que continúa hasta donde vuele nuestra imaginación y hasta donde le demos a la ciencia la oportunidad de ser parte nuestra verdad.

En mi mundo, la Vía Láctea cien mil millones de estrellas como nuestro sol le dan vida a sus hijos, los planetas. Nosotros solo somos un sistema solar cuyo padre es el sol y su madre la luna, ambos son complementarios y millones de galaxia con otros tanto millones de soles repiten con lógica e imaginación este proceso.

Apenas sabemos lo que sucede en nuestro barrio e invertimos fortunas millonarias en intentar entender como funciona todo. La respuesta de cómo funcionan las cosas fuera de la tierra la tienen los niños, pero no pueden pensar porque tienen hambre y el dinero para la educación y los alimentos se malgastó en jugar a quien descubre más.

Estamos inmersos en un océano de energía que cede provisoriamente grados de conciencia a todos los que tengan voluntad de estar vivos.

Esa energía muta de una cosa a la otra continuamente y todo lo que ocupa un lugar en el espacio y el tiempo es una pieza irremplazable de esta maquinaria divina, por lo tanto cada cosa, cada ser vivo y cada persona tiene una función de equilibrio en todo lo que se ve y lo que no se ve. Todos somos complementarios entre todos.

Si observamos como nacen los seres en la naturaleza podemos darnos cuenta de que todo aparece en un momento de lo invisible a lo visible orgánico en forma circular o de espiral, como un bebe adentro de la panza de su madre, los caracoles, los ciclones (huracanes en el mar). Todo es ondulante, la música que viaja en ondas, el diseño de las huellas digitales de nuestro dedos tienen forma de espiral, incluso las cosas que tienen una forma natural irregular en su conjunto forman un todo circular.

Las olas de los mares nos dan otro ejemplo, las órbitas de los planetas, el planeta mismo, el corazón, el cerebro, las burbujas de detergente. Podríamos citar infinitos ejemplos con solo observar la vida en la tierra pero sin ir mas lejos la evidencia más clara es el arco iris. Claramente hay un punto central hacia donde van todas las cosas, un imán situado en el centro de la tierra que las une por la fuerza centrífuga y el otro punto dirige las cosas hacia todos lados y es expansivo como el pensamiento y el alma.

Si todo desde lo invisible en un instante se hace visible a través de la voluntad del universo y comienza su vida orgánica de forma circular, se expande y forma parte de lo mismo, nosotros con la voluntad del pensamiento impulsado por la energía del sol podemos hacer realidad lo que queramos ya que todo, luego de expandirse hacia todos lados volverá al inicio de donde fue gestado.

Si las cosas se expanden conjuntamente con el alma y el pensamiento, quizá deberíamos sólo limitarnos a comprender y disfrutar de la vida que nos toca y como se la muestra en nuestra escala, que es microscópica con respecto a la de una galaxia y galáctica con respecto a la microscópica. El universo al tirar los dados no dio un buen juego en la tierra, en este tamaño físico y sujeto a las leyes que se nos presentan aquí.

La vida y la muerte son parte de estas leyes, pero como le digo a mi hermana siempre, es un jackpot cósmico que estemos vivos.

Quizá lo mejor sea juntar la mayor cantidad de sucesos felices por día y esperar al día siguiente para juntar otra vez la mayor cantidad de sucesos felices.

Si al pasar el tiempo y los días arrojan un saldo de suceso infelices injustificados sea cual fuere, algo estamos haciendo mal o no hemos perdonado para poder olvidar y volver a florecer. Perdonando y perdonándonos a nosotros mismos nos expandimos y volvemos a encontrarnos volviendo a ser felices en esta maquinaria cósmica impulsada por el amor, la vida.

Se agradece divulgar la página web: www.freelomtierra.com.ar como así también divulgar los texto con sus contactos y amigos.

Mucha gracias y que tengan un hermoso fin de semana junto a las personas que han decidido perdonar.