El big bang en pijamas

Jueves 14 de octubre de 2010

Diez y media de la noche en Buenos Aires, después de dos semanas vuelvo a escribir. Mis textos se habían detenido no se por qué, pero habían disminuido mis ganas. Quizá como nadie los reclamó me activan a mandarles otro.

Hoy la lluvia ha bañado a los árboles y las plantas para que nuevas flores bajo la vara del gran mago, el sol, aparezcan con la fuerza de la invisibilidad a la vida.

En este preciso instante las estrellas descansan agradeciendo a las nubes una vez más el esperado relevo. Reina la paz en mi mente y mi hogar. Mientras muchos duermen y cenan con sus familias, otros en pijamas reflexionan sobre una de las teorías de la vida, el Big Bang. Acompaña esta reflexión el compositor francés Erik Satie.

http://www.youtube.com/watch?v=S-Xm7s9eGxU (para acompañar con la lectura).

Con Gustavito un gran hermano del alma de este sueño que vivo en la tierra, entre risas, hace poco conversábamos acerca de la teoría del Big Bang, la explosión inicial.

Refiriéndose a mí y llorando los dos de risa, me decía que un loco en pijamas y en calzón largo desde su departamento en Núñez había deducido tomando mate con galletas de arroz lo que en dos mil años de ciencia no habían podido revelar los científicos. Era válida la hipótesis, he aquí la teoría del Big Bang en pijamas.

Partamos desde un supuesto inicio. La fuente movilizadora de todas las cosas puede que sea la energía femenina, proyectada orgánicamente en las mujeres, extensión de la pacha mama en la tierra.

En el gran truco de magia, la concepción de la vida, millones de espermatozoides nadan hacia el óvulo. Ya desde el inicio la energía masculina se desplaza hacia la femenina en una carrera fascinante. Nada tiene que ver con el sexo, eso es otro tema aparte y posterior.

Cuando el óvulo alberga un espermatozoide, dos o quizá tres si es un óvulo liberal y libre del karma terrestre aparece la gran explosión, el Big Bang.

Ahí comienza lentamente a desarrollarse el cerebro el cual poco a poco irá recibiendo información acerca de la vida y las cosas incluso del misterioso Big Bang, misterio en que la ciencia invierte millones y millones de dólares en descifrar mientras nuestros hermanos mueren de hambre por la egoísta distribución de los poderes y riquezas naturales.

La teoría de la gran explosión es una teoría formulada por el cerebro de algunos hombres de la ciencia, digamos que intentan descifrar el acertijo que crearon sus mismos cerebros que ocupaban cráneos de niños hace unos años atrás en estos siglos.

Según ellos, el hombre tiene 14.000 mil años de antigüedad aproximadamente en una tierra con 4500 millones de años de vida siguiendo los datos que nos confieren los que explican la teoría del Big Bang.

Aquí va la pregunta más misteriosa toda la creación. ¿Qué hay detrás de la gran explosión? ¿De dónde nacen todas la cosas? ¿Qué había antes de que explote ésta supuesta vida orgánica?

La falta de respuesta existe en el preciso instante que nace la pregunta. La pregunta nace y se va formulando con el crecimiento del cerebro orgánico. Por lo tanto sin cerebro no hay pregunta y concluimos que desaparece la falta de respuesta a tal misteriosa hipótesis.

Ahora viene lo interesante, ¿qué es lo que impulsa al espermatozoide para que nade hacia el óvulo y cree la vida que desarrollará un cerebro dotado para procesar información y que recibirá datos consensuados por la ciencia mundial y los medios acerca de una teoría creada por el mismo científico?

Nadie lo sabe, ni el loco de pijamas. Porque lo que hace que el espermatozoide nade hacia el óvulo y se geste un nuevo ser con un futuro cerebro pensante está a cargo de una energía que no tiene preguntas y respuestas, está más allá de un cuerpo físico, limitado y con un cerebro cósmicamente ignorante del tamaño de un átomo con respecto al sistema solar.

El pensamiento evoluciona, se mueve y en esas escalas de conciencia, las que impulsan a los microorganismos a nadar y crear nueva vida no existen las preguntas. Éstas se desarrollan y formulan con el crecimiento del cerebro humano, una entre miles de millones de especies en la galaxia.

Las otras especies de la galaxia las creamos nosotros a medida que vayamos creyendo en ellas y nos crean a nosotros a medida que vayan creyendo en otras especies como la nuestra. Están esperando la dosis necesaria de credibilidad e intención necesaria para manifestarse. Es recíproco, evolutivo, confuso y fascinante.

A medida que el embrión empieza a crecer y a desarrollarse el cerebro empieza a recibir la información de un universo ya nominado, conceptualizado sujeto a leyes físicas que responden a la fuerza inicial, no al ser humano.

Por eso hay tanto universos como cerebros en el mundo y todos son válidos y habitables incluso los que están fuera de la información consensuada de las cosas del universo estándar, el inyectado por los hombres de la ciencia, transmitido a nuestras generaciones de abuelos y luego a nosotros mientras nuestros cerebros eran llenados de hipotética información.

El movimiento es voluntad, es Dios, es amor, también es odio, son las reglas pero la experiencia humana muestra que este último sentimiento acaba con el ser. Cada creencia bien intencionada y conocedora de que los miles de millones de universos existentes están impulsados bajo un mismo denominador común, que nos une a todos y nos hace uno.

Esta fuerza mueve las cosas muchos antes de que exista un cerebro humano y que cuestione sobre que hay detrás de algo que creó el mismo ser humano.

Como hay tantos universos como seres humanos en el mundo cada ser es dueño de su universo. Lo moldea a su gusto como puede, según la fuerza de su voluntad y de la información que elije para llenar el resto de su memoria terrestre.

Hay dos caminos a descubrir en la teoría del Big Bang del loco en pijamas.

La primera, es la que recibimos todos de forma estándar al nacer transmitida por nuestros antecesores con amor y también con miedos que son inyectados en nuestra CPU genética con una información relativa y concensuada de las cosas.

Y la otra teoría del universo es que todavía hay espacio para llenarlo de sucesos y experiencias nuevas en nuestra vida, cambiar en un proceso minucioso y paulatino la información recibida por default por una nueva información creada por nosotros mismos gestando un universo único por cada ser vivo, impulsado por la voluntad y el amor. Permitiéndose los sucesos tristes que también son partícipes del cambio y encargados de alertarnos que estamos vivos.

Es misma voluntad que hay detrás de los conceptos y de las teorías es la que mueve las cosas más allá de lo que nos diga la ciencia de la mente.

Ya es medianoche y recién termino ésta hipotética reflexión que salió de mi universo para compartirla con ustedes, es mi verdad, mi cuento comprado y relativo. Formulado por mi corazón e interferido por mi mente. Es tan cierta si la creen y tan desacertada sino la creen. Ambos sentimientos son válidos, pertenecen a su universo pero a la misma fuerza que nos une a todos

Me pongo el pijamas y escuchando música del cosmos, la de una Big Band me quedo dormido despierto.

Se agradece compartir con sus contactos éste texto y otros:

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Mucha luz y buen fin de semana.

Tuni.